CAPITULO
IV
IV
Muchos trabajos que leí antes de comenzar este libro, siempre comienzan
con la infancia, la adolescencia, el noviazgo, la pareja y el amor, el
matrimonio y la muerte, sin embargo y si nos damos cuenta en este trabajo no
comenzamos así, y dejamos el amor de los hijos hasta el ultimo esto por dos
sencilla razones con nuestra descendencia comienza nuevamente el ciclo de vida,
que nace de la pareja, pues sin parejas no hay niños, no hay infancia, no hay
noviazgo, no hay familia. Es entonces que nos damos cuenta que es precisamente
la infancia la ultima de las etapas y el regreso a lo universal, que no comienza con el matrimonio, sino con
los hijos y es con los hijos que comienza nuevamente este ciclo entre, lo amoroso,
lo erótico y la muerte, que desde el nacimiento se hace presente como parte de
nuestra propia trascendencia, así bien el amor como todas las cosas en este
mundo tiene una finalidad pero ¿Cuál es la finalidad del amor? No estar solos,
eso no es verdad, en parte la finalidad del amor es no estar solos pero no del
todo, la finalidad del amor nos guste o no nos guste es la familia, y esta
tomada aquí no como un contrato matrimonial arreglado por el amor o por la
sociedad pues el matrimonio tan sólo es el inició de la convivencia real de la
pareja como una unidad individual, así bien el matrimonió solo es la causa,
mientras que los hijos el efecto y por tanto la finalidad del amor, de aquí que el siguiente capitulo este dedica
precisamente a este tema, el matrimonio, los hijos y el regreso a lo universal.
Los hijos enmarcan un nuevo cambio en la pareja y en el matrimonio, los
hijos son la fortaleza de la pareja y son la finalidad misma del noviazgo, del
matrimonio y en sí del amor, pues con los hijos se trasciende el tiempo y el
espacio, y no sólo eso se vence a la muerte misma, pues en el parto al igual
que en todo el periodo de gestación la madre tiene que luchar entre la vida y
la muerte, es por ello que en este capitulo hablaremos de dos tipos de paternidad
y que son la maternidad desde la gestación, y la paternidad después de la
gestación, pero antes de continuar les ponemos a continuación una canción que
mejor define este sentir entre los hijos y nosotros:
“A menudos los hijos, se nos parecen.
Así nos dan la primera satisfacción,
esos que se menean con nuestros gestos,
echando mano a cuanto hay a su
alrededor.
Esos locos bajitos que se incorporan,
con los ojos abiertos de par en par.
Sin respeto al horario, ni a las costumbres,
Y a los que por su bien hay que domesticar.
CORO:
Niño deja ya de joder con la pelota,
Niño que eso no se dice, que eso no se toca.
Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma,
Con nuestros rencores y nuestro porvenir.
Por eso nos parece que son de goma.
Y que les bastan nuestros cuentos para dormir.
Nos empeñamos en dirigir sus vidas,
Sin saber el oficio y sin vocación,
Les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones, con la leche templada, y
en cada canción.
CORO:
Niño deja ya de joder con la pelota,
Niño que eso no se dice, que eso no se toca.
Esta canción nos define perfectamente el sentir de los
padres hacia los hijos, ese sentir que tan sólo se puede experimentar con los
hijos, pues los hijos nos recuerdan nuestra propia infancia perdida, nuestro
propio inició a la vida, es por ello que los hijos se enmarca la esperanza del
mañana, de poder hacer las cosas bien, no como nuestros padres las hicieron con
nosotros, los hijos significan una nueva vida, una nueva oportunidad ante este
mundo. Es por ello que nosotros determinamos que los hijos no sólo son un
comienzo, sino son una muerte, ¿Qué se muere? Se muere la pareja, para dar
comienzo a la familia, ya no son dos, a hora son tres o más, los hijos son
dependientes de los padres sobre todo en las primeras etapas que van desde la
gestación, el parto, el posparto, la infancia, la adolescencia y la edad madura
y en donde crece o se manifiesta una nueva clase de amor, un amor distinto, que
ya no nace, de la atracción física, del gusto, del deseo, o del placer, sino en
donde el amor pasa a ser no una responsabilidad como se ve, sino un volver a lo
universal, a lo puro, a lo eterno. Es por ello que los hijos nos cambian tanto
la vida, esto me hace recordar lo que una madre me dijo una vez “Tener
hijos, es una constante alegría, pero de igual forma una constante
preocupación, sólo así puedes entender a tus padres, pues los hijos así como
nos dan penas, nos dan triunfos, sus derrotas son nuestras derrotas y sus
carencias son nuestras carencias, sus triunfos son nuestros triunfos y con
ellos la vida cambia tanto, que no puedes volver a ser nunca la misma mujer que
fuiste, sólo quienes somos madres sabemos el dolor que nos causan los hijos, no
importando la edad que tengan, no importando si son casados o solteros, pues
siempre desde el parto hasta su nacimiento nos dolerán igual” es entonces
que nos damos cuenta que con los hijos existen dos clases de paternidad, y que
son dos experiencias distintas tanto en hombres como en mujeres, las mujeres
son madres desde el momento de la concepción, la mujer experimenta no sólo un
cambio físico, hormonal etc. Sino de igual forma psicológico, emocional y
espiritual y aunque muchos textos, dicen que mientras que al hombre le interesa
la relación de pareja por el sexo, a las mujeres les interesa por los hijos
podemos comprobar que en parte esto es verdad y en parte no, pues tal vez si a
las mujeres les interese la relación de pareja más por los hijos, que por la
misma relación de pareja, pues con la maternidad la mujer experimente un poder,
el poder de trasformación, es decir, si la relación intima ya fue para ella un
choc emocional como ya lo hemos mencionado, la maternidad configura la utilidad
y la finalidad de su vida, con la maternidad la mujer se siente plenamente
realiza, se vuelve importante, no sólo para el otro que es su pareja, sino para
el nuevo ser que comienza, de igual forma, la mujer forja sus esperanzas, sus
sueños, en el ser que lleva en el vientre sobre todo cuando el embarazo es
deseado, de igual forma el embarazo también es un choc y no deja de ser una
trasformación problemática en la pareja sobre todo cuando esta apenas sobrevive
en el medio circundante que les rodea, tan lleno de carencias económicas, sin
embargo a la mujer no le interesan esas carencias, pues sabe que podrán salir a delante, sabe
que un hijo es el impulso motor para realmente poder salir a delante y
conseguir lo que quieran ellos dos como pareja, pues los hijos nos motiva
alcanzar nuestras metas, nuestros sueños etc. De igual forma, la gran mayoría
de hijos no pidieron nacer, y ya sea de forma fortuita o deseada fueron
concebidos por una sola consecuencia por amor y en donde el amor materno se
expresa como un amor de purificación y renovación, las mujeres embarazadas
muestran un resplandor, una cierta esencia especial, fuera de los ascos, los
mareos, y el chequeo continuo del embarazo, la gran mayoría de mujeres
embarazadas muestran ese sentido de esperanza, de renovación, pues es por medio
de este sentir, que el amor toma su cause de universal, de vida y eternidad. En
cambio en el caso de los varones es diferente, siempre el tener hijos les
causara un choc más fuerte que a las mujeres, pues los hombres como ya dijimos
son más racionales que emocionales, es por ello que muestran la gran mayoría de
ellos cuando se enfrentan ante el embarazo de su amada, ya sea de forma
conyugal habitual ya sea fuera del matrimonio, una enorme inseguridad y miedo,
la gran mayoría de hombres cuando se enteran que van a ser padres, se muestran
reacios ante la aceptación de una nueva vida, y esto se debe a sus temores,
complejos etc. Pero sobretodo a su falta de confianza, esperanza y fe hacia el
futuro, pues como ya hemos mencionado para los hombres la carencia económica,
el tener una estabilidad solventable es muy importante, así que no es raro que
su reacción sea contradictoria, y que en muchas ocasiones, la paternidad real
se presente después de la gestación, es decir en el momento del nacimiento o
después del nacimiento, es por ello que determinamos que la paternidad en las
mujeres, es decir la maternidad comienza desde
la concepción y la de los hombres después de la concepción. Y en ambos
casos se interpreta como un amor sobre humano, es decir, el amor ya no con esos
sentimientos de conquista, de sexo, o de deseo, sino en donde la manifestación
del amor es más puro, más eterno, pues vuelve a su sentido de universalidad, de
eternidad.
Con los hijos el ciclo se cierra y vuelve a comenzar, lleno
de esperanza y lleno de fe, así y como dice la canción a menudo los hijos se
nos parecen, son tan idénticos a nosotros, no sólo porque llevan nuestros genes
y nuestra sangre, sino porque aunque los llevan son diferentes, son nuestros
sin serlo, pues tan sólo son prestados, los hijos son la alianza entre el amor
particular y el amor universal y consolidad la familia, pues en ella crecen los
valores, las virtudes, la enseñanza, el consejo, la libertad y la fe. Es por
ello que los hijos en la pareja forman la familia, sin hijos la pareja no es
una familia, continúan siendo dos extraños que viven juntos, que comparten
muchas cosas, pero nada que valga realmente la pena, los hijos nos llevan a
hacer cosas inimaginables, nos rompen
nuestros miedos, nos cuestionan la vida, nos hacen reflexionar sobre nosotros
mismos, los hijos son los que nos marcan y nos hacen reaccionar ante el mundo,
son nuestros mejores maestros, de ellos aprendemos, con ellos nos conocemos y a
través de ellos nos vamos forjando como humanos.
Es por ello que lo más importante del amor son los hijos,
la familia y la pareja, pues ellos son los que más sufre en una relación de
pareja, a los hijos les duelen nuestras peleas, nuestros conflictos, nuestra
inmadures, los hijos son nuestros jueces y muchas veces nuestros verdugos, pues
con ellos pagamos el precio de ser nosotros mismos hijos.
Finalmente en este apartado antes de continuar podríamos
decir, que los hijos son el amor filial y representan el fin primario del amor
particular, pues ellos cobijan nuestros temores, nuestros miedos, y hacen que valga la pena
todos nuestros sacrificios, nuestros pleitos, nuestros sentimientos
encontrados, con los hijos ya no deben importar nuestros egoísmo, nuestras
dudas personales, nuestras ambiciones, a hora alguien más nos necesita, alguien
más depende de nosotros pero no sólo económicamente, sino en todos los
sentidos, pues con los hijos, tarde o temprano nos van a reclamar los errores
que cometimos con ellos y así como dice Gibran Jalil Gibran:
“Vuestros hijos no son vuestros.
Son hijos del anhelo de la vida.
Son concebidos a través vuestro, más no de vosotros,
Y no obstante vivir juntos, no os pertenecen.
Podéis darles vuestro amor, más no vuestro pensamiento,
Porque ellos tienen los suyos.
Podéis albergar sus cuerpos, más no sus almas,
Porque éstas moran en la casa el mañana,
que no podréis visitar ni aun en sueños.
Podéis esforzaros por ser como ellos,
mas no intentéis hacerlos como vosotros.
Porque la vida no retrocede,
Ni se detiene con el ayer.
Sois el arco del cual vuestros hijos son disparados
Cual saeta vivientes.
El arquero ve el blanco sobre el camino del infinito, y os
dobla con su poder
De modo que las saetas puedan volar veloces y a gran
distancia.
Dejad que vuestros encorvamientos en la mano del Arquero
Sea por placer:
Porque así como ama la saeta voladora, así ama también
El arco que está tenso.”[1]
Es por ello que determinamos que los hijos son la base del
matrimonio, en donde los padres no dejan de ser individuos para ser pareja, y
siendo pareja no dejan de serlo porque llegan ante ellos los hijos, sino por el
contrario, la familia es la única que en sus entrañas guara lo particular y lo
universal, lo individual y lo común y en donde el amor se purifica asiéndose
universal y se particulariza volviéndose físico.
EL AMOR
INDIVIDUAL Y LA DEPENDENCIA Y CODEPENDENCIA DE LA PAREJA, LA FAMILIA Y LOS
AMIGOS.
“Cuando somos niños nuestros
problemas son no ver nuestra caricatura favorita por algún mandado que nos hizo
nuestra madre, Cuando somos adolescentes nuestro máximo problema es que la
chica o el chico que nos gusta no nos haga caso, y cuando somos adultos nuestro
peor problema es que nuestro esposo o nuestra esposa se pele con nosotros, sin
embargo en todos los casos existe una dependencia y una codependencia del
individuo, ante lo que quiere, le mandan que debe hacer y lo que realmente
hace.”
XOLO XOCHILT.
Como
ya mencionamos en el apartado anterior, con los hijos la vida vuelve a comenzar
y con ellos la individualidad y la autonomía y la libertad, sin embargo esta
libertad por la cual tanto las parejas se pelean, nunca existió, pues desde que
somos niños dependemos de otros, al principio cuando somos bebes dependemos de
nuestros padres para todo, para la comida, para el baño y para nuestras
necesidades básicas. De igual forma, podríamos decir que el crecimiento del ser
humano siempre es un crecimiento lento y cansado, en donde nuestra dependencia
filial y vivencial siempre esta presente. Esta dependencia con el paso del
tiempo nos hace ser inseguros, timidez etc. Y va marcando nuestros miedos,
conflictos existenciales, formas de pensamiento y nuestra forma de ver el mundo
y con esta también el amor, lo erótico y la muerte. Es por ello que este
apartado esta dedicado al individuo, pues nunca somos realmente individuos pues
siempre estamos dependiendo de los demás, si no son los padres, son los
hermanos, sino son los hermanos son los amigos, sino son los amigos son los
esposos o esposas y después los hijos, en donde como ya dijimos el ciclo de la
vida se vuelve a comenzar. Pero hablemos desde el comienzo esta dependencia
hacia los demás surge con la infancia, se agranda en la adolescencia y se
vuelve insostenible en la edad madura, es por ello que a diferencia de otros
animales el ser humano para realmente existir y preexistir en este mundo
necesita a fuerzas del mundo social, familiar
y cultural que lo rodea.
Es
así como el individuo desde que es niño va siendo atado, sometido a cánones que
nos imponen, primero por necesidad y luego por adaptación o alienación, así
comienza nuestra dependencia desde la niñez, los bebes nacen sin nada que los
ante, sin prejuicios, dogmas, ropa, desnudos ante el mundo y desde la gestación
nunca fueron libres, pues los bebes desde el seno materno son parte de otro, en
este caso de la madres, después cuando nacemos continuamos con esa dependencia
hacia la madre y el padre, nuestros padres nos hacen dependientes pues somos
codependientes de ellos. Nuestra necesidad
nos hace ser dependientes y codependientes, por un lado dependemos de la
madre y el padre, y por otro lado nuestros padres se vuelven dependientes de
nosotros, esta codependencia, va a ser de por vida, así los niños llegan a la
infancia dependiendo de la madre y del padre. Con la escuela esta dependencia
pasa a ser de el mundo que nos rodea, es decir por un lado dependemos de los
grupos sociales a los cuales pertenecemos o vamos siendo relegados, así por un
lado esta dependencia es hacia la familia y por otro lado a la situacionalidad
social y el mundo. De igual forma podríamos decir, que el individuo se
convierte en un ser complejo desde las etapas primeras, es por ello que
nuestros patrones de conducta se van adaptando al medio en el que nos vamos
desarrollando, y esto dependerá de la situacionalidad geográfica, del país en
donde nacimos, las tradiciones de nuestra familias, la cultura, la clase social
que determina nuestro sentido económico, etc. Así los niños desde su edad
temprana van siendo dependientes de muchas cosas, pero de igual forma del amor,
del miedo a la muerte y del morbo o la libertad hacia lo sexual, entre muchas
otras cosas como por ejemplo la época generacional que les toco vivir, los
tipos de modas, estereotipos que sean de su generación, el tipo de generación
al que vayan a pertenecer etc. Así bien, con las nuevas generaciones en la
infancia estos modelos de conducta van haciendo nuestro medio situacional del
cual parte el amor universal, el amor particular etc. Es entonces que nos
preguntamos ¿Qué tan importante es la forma de cómo somos educados y no tanto
el porque somos educados? Como es bien sabido la educación juega un papel
importante en el individuo desde la edad temprana de vida, sin embargo y fuera
de lo que se cree la educación comienza en casa, o mejor dicho la imposición
comienza en casa, a los niños nunca se les deja decidir por sí mismos, ya que
sus decisiones siempre están supervisadas por los padres, los maestros, abuelos
y amigos, y a este tipo de imposiciones se les conoce como “influencias del
medio vivencial”. Así bien, cuantas veces no hemos tomado decisiones por
nuestros hijos sobre todo cuando estos ya tienen entre siete y ocho años de
edad, cuantas veces no les imponemos a nuestros hijos cosas que deben ser o
hacer cuando ellos no quieren, cuantas veces los obligamos literalmente a ir a
donde ellos no quieren ir o a no ir donde ellos quieren ir, sin darles ninguna
explicación o poner frente a ellos varias opciones de vida, cuantas veces se
nos olvida enseñarles a resolver problemas a nuestros hijos. Es por ello que
decimos los siguiente el individuo nunca tiene una libertad plena, pues siempre
esta bajo la custodia de alguien o siguiendo ordenes de alguien, pero nunca
sigue sus propios impulsos, sus propias necesidades y vence sus propias
barreras. De igual forma, cuando los niños ya son adolescentes y buscan esta
rebeldía esta libertad, este ya no querer que mama los acompañe a la escuela o
que papa les de el beso de despedida cuando los llevan a la escuela, es por una
simple y sencilla razón ¿Por qué buscan esa libertad? Ese valerse por sí
mismos, sin embargo los padres tienden a pensar lo siguiente “yo le doy todo a
mi hijo o hija para que no sufra como yo sufrí” “ mi hijo va a tener la
libertad que yo no tuve” sin embargo, terminamos de todos modos imponiéndoles y
no dejando que ellos mismos aprendan por sí mismos, de igual forma, la vida no
es un ciclo siéndolo, y aun repitiéndose las cosas en cada generación no quiere
decir que todo se repita, el hecho de que tu no hayas sido astronauta no quiere
decir que tu hijo vaya a ser astronauta, el individuo es individuo desde que
nace, y aunque los hijos a menudo se nos parecen no son igual que nosotros, a
ellos como individuos les va tocar, sufrir por sus cosas, gozar con sus
triunfos, al igual que tomar decisiones difíciles, y aunque nuestros padres,
abuelos, el medio, nuestros amigos etc. Quieran intervenir en nuestra vida no
es posible que ellos nos ayuden, salven, gocen y vivan por nosotros, cada uno
de las personitas (bebes, niños, adolescente, adultos etc) que viven en
nosotros mismos como unidad son parte de nosotros, esto me lleva a decir lo
siguiente, hay veces que cuando uno ve a las familias los niños de cinco u ocho
años se comportan más maduros que los padres que tienen 30 o hasta 40 años de
edad, triste pero cierto, en una ocasión
platicando con una niña de 12 años me dijo lo siguiente “hay maestra mi madre
cuando se pelea con mi padre, me pide consejos a mi, como si yo tuviera la
madures que ella tiene para enfrentar su vida, lo malo es que en muchas cosas
me he dado cuenta que yo soy mas madura que ella ¿Por qué será?” al escucharla
hablar yo inferí lo siguiente: No que
los padres educan a los hijos, pues aquí parece al revez, y esto se debe a que
muchas veces nos mal educan, es decir nos enseñan a que cuando tenemos
problemas debemos solucionarlos mediante otros y no por nosotros mismos, esto nos
lleva a una perdida de voluntad y capacidad de decisión que minimiza nuestra
confianza y nuestra autoestima, haciéndonos depender demasiado de los demás,
primero de nuestros padres, después de nuestros amigos, luego de nuestros
novios o novias y por ultimo de la pareja y la familia, es por ello que cuando
se construyen familias estas no hay gozado la libertad de ser individuos y
conocerse a sí mismos a profundidad, “no se conocen” lo peor del caso que esta
dependencia no hace diferencias sociales, sexuales o de clases sociales, tan
dependiente es un hijo de un campesino, como un hijo de un empresario rico, tan
dependiente es una mujer de hogar, que una profesionista titulada, tan
dependiente es el hombre que la mujer, esta dependencia que muchos la conocen
como “el cordón umbilical” estriba en no querer estar solos, vivir solos y
estar solos, y nuestro gran temor a
enfrentarnos a nuestra propia vida y con ella a nuestro propio destino, es así
como sobre viene la culpa, la culpa es el medio por el cual se manifiesta esta
irresponsabilidad de dependencia, la culpa que aparece desde que somos niños es
algo que se aprende. ¿Cómo lo aprendemos? Lo aprendemos como el amor, viéndolo
todos los días, viviéndolo todos los días, es así como aprendemos a mentir y a culpar,
por ejemplo: llega la madre de trabajar y encuentra una lámpara de su recamara rota, a la primera
que va a regañar es a la niña mayor que se queda sola y la niña más grande le
dice –yo no fui mami, fue culpa de mi hermanito- esta respuesta no la obtuvo la
niña de la nada, la aprendió de quien de la madre, quien cuando discute con el
padre le dice –es que es tu culpa, si yo no me hubiera casa contigo mi vida
sería otra cosa” es así como nos damos
cuenta, como vamos relegando nuestra aceptación y el manejo de nuestras
decisiones aun ultimo termino, utilizando así la culpa como un medio para
solucionar nuestros problemas, pero esto como ya lo dijimos nos habla de un mal
manejo del individuo y un mala educación que fue trasmitida por los padres. Es
por esto que crecen diariamente en las familias, hijos inadaptados, con
problemas para tomar decisiones y que terminan teniéndole miedo, dudas,
complejos, timidez y no saben decidir cuando son mayores, pues nunca les
dejaron tomar decisiones por sí mismo, por ejemplo el niño que es llevado por
su madre a comprarle ropa, y en donde la madre termina imponiéndole que ponerse
al niños, supongamos que al niño le gusta una camiseta con el hombre araña en
color azul, y a la madre le gusta la misma camiseta del hombre araña pero en
rojo, la madre va usar todas sus artimañas para chantajear al niño hasta
convencerlo de que use la camiseta roja, así van domesticando a los individuos
a no saber decidir por sí mismos y si a esto le sumamos la forma como nos
educan en la escuela, pues aun peor.
Pese a que esto sea así existe un problema aun más fuerte, pues no sólo
en decisiones de cosas que queremos o no queremos hacer nos afecta esta
copendencia y dependencia, sino de igual forma esta mala educación llega a
nosotros en sentimientos y emociones. En
lo emocional los niños y las niñas son educados de distinta forma por ejemplo
hay tenemos las siguientes frases celebres que los padres utilizan para educar
a sus hijos e hijas como son: “Los niños son machos y no lloran”, “Las mujercitas
deben aprender a cocinar y planchar por eso juega a las muñecas miguita” , “Los
niños no juegan con muñecas que eres un mariquita” , “Las niñas no juegan a los
carritos que ere suna marimacha” etc. etc. estas frases tan comunes en nuestros
padres nos van distinguiendo que las mujeres debemos ser sensibles mientras que
los hombres deben ser los macho de la casa, los que no deben expresar emoción
alguna, al respecto nosotros nos
preguntamos ¿Será esto cierto? Según la psicología emocional no debería ser así
y es precisamente por esta forma como van educando nuestras emociones que
después con el tiempo no sabemos tomar decisiones concretas, acertadas sobre lo emocional, pues
nunca nos enseñaron a manejar, nuestra ira, nuestro amor, nuestros deseos, nuestro
coraje, nuestra creatividad, nuestro llanto, nuestra risa, etc.
De
igual forma esta forma en como educamos emocionalmente diferente a niños y a
niñas es la culpable de que hombres y mujeres no se lleven bien, es al igual la
culpable de la forma de competitividad que se vive hoy en día entre hombres y
mujeres “Como voy a dejar que una vieja me gane el trabajo”, “Como dejas que tu
marido te grite y te mande” es por ello que el problema del poder en la pareja,
en nuestra vida y con los hijos comienza por un mal manejo del poder “libertad
de ser” que nunca tuvimos cuando éramos niños, cuando fuimos adolescentes y
cuando somos adultos, pues muchas veces los padres modernos confunden “libertad
con desinterés” propiciando así el
libertinaje, las malas decisiones de los hijos y la culpa, “es que si mi padre
me hubiera orientado mejor yo no sería así” , “es que si mis padres no se
hubieran divorciado yo no sería drogadicta” excusas eso es lo que son, ya en la
actualidad existen terapias de ayuda emocional, y que sirven para encontrarnos
con esa libertad perdida y que por medio del arrebato y el egoísmo se quiere
tomar a la fuerza, y nos ocasiona problemas no sólo en la escuela, con el medio
que nos rodea sino de igual forma con la pareja y el matrimonio. Es por ello y para intentar dar una nueva
perspectiva a esta forma de cómo somos educamos que hablaremos en nuestro
siguiente apartado sobre el yo en armonía, que esta destinado a aprender a
manejar nuestro sentido emocional con nuestro sentido real, ya seamos hombres o
mujeres, niños o niñas, casados o solteros, para que así este nos ayude a tener
una vida más plena, más en paz con nosotros mismos y con el medio que nos rodea
y así poder cortarnos de una vez por todas esa codependencia que tenemos hacia
los demás, y aprendamos a resolver nuestros problemas nosotros solos, antes de
pedirle ayuda a otros.
De
igual forma el poder aprender a tomar decisiones nos evitara a la larga malas
elecciones que terminen en fracaso sobre todo en el amor, esto me recuerda la
pregunta anterior de ¿Cómo saber que la persona amada es la indicada? Esta
decisión es fundamental para nuestras vidas, y eso no sólo depende del amor o
nuestros gusto, o como ya dijimos de la pareja, sino de igual forma de ¿Cómo
queramos que sea esa persona? Y en donde importa mucho la mujer que elijamos en
el caso de los hombres pues pese a
nuestra modernidad y nuestros contratiempos la mujer juega un papel
importante para el hogar, en ella se fundamentan los valores, las virtudes y el
mantenimiento del hogar, de aquí que si elegimos por ejemplo una mujer virtuosa
eso será importante para la familia y el hogar, pero si tomamos la decisión de
buscar una mujer que le gusten los bailes, el relajo etc, pues es difícil que
este tipo de mujeres se encarguen de un buen hogar, de igual forma para las
mujeres si el hombre es virtuoso entonces será un buen padre, pues es un buen
hijo, y si es un buen hijo y un buen padre será un buen esposo, de aquí que
nuestras elecciones sean tan importantes para nuestra vida y en la cual uno
toma muchas importantes pero sólo tres que cambian nuestra vida, la primera que
estriba en que ser y que tiene que ver con a lo que nos queremos dedicar toda
la vida, ya sea una profesión, un oficio o un arte, la segunda decisión
importante que debemos tomar en nuestra vida es ¿Con quien casarnos? Y esta es la segunda decisión importante,
pues de la persona que elijamos dependerá nuestro porvenir, si la mujer es
trabajadora y el hombre es trabajador lograran conseguirlo todo, si la mujer es
inteligente y el hombre es inteligente entonces llevaran una vida de pareja,
tanto sexual como material segura, pero
si el hombre o la mujer son flojos, desobligados, desordenados o no tienen
ideales para el futuros, pues no conseguirán nada, pues su dependencia sus ideas, su forma de ser impedirá de alguna
forma su desarrollo tanto personal, como de pareja y la tercera donde morir,
pues es lo único que tenemos seguro en esta vida, la muerte y la elección de
esta tiene mucho que ver con lo ¿Qué fuimos y lo que seremos aun después de
muertos? Es por eso que esta ultima decisión cierra lo que fuimos y con ello
concluye nuestra propia vida. Es por ello que las decisiones que tomemos en
nuestra vida si afectan y mucho lo que será nuestro futuro, nuestro porvenir y
nuestro sentido de armonía.
LA ARMONÍA DEL
YO
“Siempre e
buscando en otros, ese sentido de comprensión, de unión, de familia, y nunca me
había dado cuenta, que ese sentido de comprensión, de unión y de familia estaba
en mi misma. Siempre había buscado que otros me entendieran y me dieran
consejos sabios que resolvieran mis problemas propios y siempre había buscado
la manera de aprender de los errores de otros para no cometerlos yo, sin
embargo un día comprendí que sus errores no eran los míos y que yo tenía que
resolver sola mis propias faltas, así me di cuenta que era libre, pues entre
más problemas míos aprendí a solucionar, menos culpa y arrepentimiento sentía.
Este
apartado lo nombramos la armonía del yo, y esto por una simple y sencilla
razón, siempre estamos buscando que nos amen, pero nunca nos damos cuenta que los primeros que se
deben amar somos nosotros mismos, fuera de que nuestra familia sea un caos,
fuera de los problemas y complejos del mundo, fuera de los errores de nuestros
padres, abuelos y hermanos, estamos nosotros, y nosotros, es decir tu mismo
como individuo, tienes que aprender a amarte, la pregunta aquí fundamental es
¿Cómo? Y las respuestas pueden ser muy simples o muy complejas pero que aquí en
este capitulo te ponemos en forma de lista unas cuantas.
1.-
Conoce tus virtudes igual que tus defectos, evitando confundir tus virtudes con
los valores que no son lo mismos, las virtudes son por ejemplo (la templanza,
la paciencia, la confianza, la esperanza, la tranquilidad, la humildad etc.)
estas son algunas de las virtudes más importantes mientras que los valores, son
como el respeto, el amor a la patria, la dignidad, la igualdad, la tolerancia
etc.
2.-
Trata de que cuando cometes un error analices y reflexiones sobre él y no evites
del tema al contrario aprende a hablar con los demás igual de tus virtudes que
de tus defectos, pues el hecho de tener defectos no quiere decir que no tengas
virtudes y viceversa, pues esto fundan tu ser y si no te aceptas como eres,
¿Quién lo hará?
3.-
Aprende a manejar, controlar y equilibrar tus sentimientos, la ira, el coraje,
la risa, la alegría, el amor el odio, son parte de nosotros, no es malo
enojarnos, como no es malo sentirnos felices, hay personas que se sienten muy
mal porque son felices, otras porque se sienten tan desdichadas, y este sentir
tan sólo esta en tu mente, en tu no quererte
aceptarte, tanto bueno como malo.
4.-
Evita hablar mal de otras personas, sobre todo de aquellas que amas, sino
quieres que después ellos hablen mal de ti.
5.-
Acostúmbrate a alagarte para sí poder alagar a los que te rodean, aprende a
hablar pero también a callar.
6.-
Respeta las decisiones que son tuyas, lo que tu quieres en el momento en el que
lo deseas, no permitas que otros cambien tus decisiones, salvo estas realmente
sean importantes.
7.-
Conócete a ti mismo, para que otros te conozcan, siempre debes ser la misma
persona, las personas volubles caen bien por un momento, pero después cuando
los conoces a fondo ya no te caen tan bien.
9.-
Aprende a valorarte como es posible que esperes que te valores como mujer u
hombre si tu no sabes cuanto vales, como vamos a valorar al otro, o a saber y
conocer sus virtudes y sus valores fuera de sus apariencias, si no sabemos lo
que nosotros valemos, cuantas veces no la regamos en elegir pareja por dejarnos
llevar por lo exterior y no por lo interior de alguien.
10.-
Ama todo lo que te rodea, aprende a disfrutar, un amanecer, la lluvia, el
viento, el sol, la vida que tienes, pues es lo más sagrado, lo mas bueno que tu
eres.
No hay gente mala, hay gente mal encaminada y
mal educada, que busca desesperadamente su libertad y por eso se deja llevar
por el egoísmo, pues ve en él la única forma de ser verdaderamente libre, pero
esto tan sólo es una mentira, la libertad de uno esta no en lo mucho que
obtenga, sino en lo muy humano que sea, en lo mucho que ame, después de todo
para lo que fuimos creados hombres y mujeres fue para amarlo todo, desde lo
universal, hasta nosotros mismos, de lo particular como la familia y la pareja,
hasta de vuelta lo universal con los hijos, es por eso que si no aprendemos a
disfrutar nuestra vida, pues quien va aprender a disfrutarla por nosotros y por
mucho que nos amen los que nos rodean ellos no pueden aprender a vivir como nosotros, solo nosotros mismos podemos
vivir en armonía, antes de poner una guerra, una mala palabra, una grosería,
guarda un silencio, el silencio a veces nos ayuda a pensar mejor lo que vamos a
decir o hacer pues por arrebatados muchos de nosotros sufrimos, por impacientes,
por descontrolados, por no saber dirigir nuestras palabras, nuestras vidas.
Es
así como determinamos lo siguiente, la felicidad existe, siempre y cuando
aprendamos a ser felices, aprendamos a saber decir “SI” o “NO y en donde entre
el si y el no sea definitivo, pues la vida no permite términos medios, si
comenzamos permitiendonos términos medios entonces toda nuestra vida se volverá
en medio y la confusión no nos dejara ser felices, y no importa si las mujeres
son más, no importa si los hombres son más eso es lo que menos interesa, ambos
tienen el mismo derecho, de llorar, sufrir, amar, reír, vivir, gozar, sentir
placer, deseo y morir. Pues todo esto es parte de nuestra vida, es parte de
nuestra realización personal de la vida y en donde la vida individual de cada
uno de nosotros tiene tres tipos de aprendizajes que tiene que llevar a la par,
ni uno más, ni uno menos, si en nuestra
vida alguno de estos aprendizajes es mayor, nuestra propia vida se desequilibra,
estos tres aprendizajes que tenemos que conocer y llevar en equilibrio son:
1.-
EL CONOCIMIENTO VIVENCIAL.- Dice el dicho “nadie experimente en cabeza ajena” y
eso es cierto, la vida es la primera escuela a la cual nos enfrentamos, pero el
hecho de que en la vida allá gente buena y mala no quiere decir que nosotros
tengamos que ser semi buenos y semi malos, pues la primera decisión importante
es vivir y aprender a vivir, es no dañar a otros para que no nos dañen a
nosotros mismos, la vida en este mundo como universal puede ser un caos, pero
mientras tu vida no lo sea, entonces ya es un mundo mejor.
2.-
EL CONOCIMIENTO MENTAL.- Este tipo de conocimientos es el que aprendemos en la
escuela, es el que conocemos y comprendemos de fechas, datos y cuestiones
objetivos y racionales, la escuela y el conocimiento mental es lo que
aprendemos para pensar bien, para escribir bien, para hablar bien. El
conocimiento por pequeñito que sea es importante para todo ser humano ya sea
pequeño ya sea grande, sea mujer y sea hombre, y como tal todo conocimiento
mental requiere de varias cosas para poder ser en nosotros: disciplina,
humildad y amor.
3.-
EL CONOCIMIENTO ESPIRITUAL- El conocimiento espiritual no sólo estriba en creer
o tener un acreencia religiosa, el conocimiento espiritual comienza en nosotros
mismos, pues si nosotros como seres particulares de este universo no nos
conocemos, ¿Cómo queremos conocer lo infinito? Es entonces que mediante el
conocimiento espiritual podemos comprender mejor nuestros deseos, nuestro ser
tanto emocional como sentimental.
Finalmente en este apartado podríamos
decir lo siguiente, puede llegar a nuestras vidas muchos tipos de amores, unos
más verdaderos otros más falsos, sin embargo sólo uno de ellos es el verdadero
y si sabemos elegir bien realmente encontraremos a la pareja que es para
nosotros y si ella o él no es lo que tu querías, piensa, tal vez él o ella,
antes de querer que lo cambies o lo moldees a tu manera, necesita que lo ayudes
a manejar su libertad, a comprenderse a sí mismo y así lograr por sí mismo liberarse de todos sus miedos,
complejos, dudas y temores. Pues todos somos dependientes de alguien o de algo
y esto es la base para nuestra propia libertad, pues así como podemos ser
dependientes, también podemos ser libres.
Así bien y finalmente podríamos decir lo siguiente, el amor si existe,
de igual forma la muerte, al igual que lo sexual y lo erótico que existe entre
nosotros, de igual forma y más que ser
este un libro de sexualidad o de ciencia sobre los temas del amor y la
muerte es un compendio de experiencias que nos ayuden a definir perfectamente
lo que somos y seremos, es una reflexión a groso modo de lo que es el amor, lo
erótico y la muerte, de aquí que podríamos decir lo siguiente, pese a la
contradicción, pese al mundo moderno existe lo universal, el amor y la muerte
que se funden en este ideario llamado vida.
[1] GIBRAN Jalil GIBRAN. COMPENDIO DE OBRAS. LIBRO EL PROFETA SÉPTIMA
EDICIÓN 1896 EDITORIAL RODELO. S. A. PAGINA
486.
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